martes, 18 de agosto de 2009

REFLEXION DE HOY: Amar el Reino de Dios.


Queridos Amigos: Deseo en nuestro Padre Dios que os encontreís bien. Espero a través de esta sección poder llevaros una reflexión para que alimenteís vuestra vida espiritual. Así como es importante que comamos para mantener nuestro cuerpo activo, es muy importante alimentar también vuestra vida espiritual, aunque hayan personas que intenten apartaros de los caminos de Dios. Siempre habrán personas que traten de separaros de la Iglesia y de Dios, llevándoos así por el camino equivocado. A pesar de algunas críticas que he recibido, os manifiesto que realmente soy feliz de trabajar para la Iglesia bajo el Amparo de Nuestra Querida Madrecita, y que trataré en la medida de lo posible de ayudaros y colaborar con la gran misión de nuestra Santa Madre la Iglesia: Evangelizar. Os regalo la siguiente reflexión:


AMAR EL REINO DE DIOS

Algunas veces desearíamos que nuestro paso por la tierra fuera realmente importante, que todo el mundo se diera cuenta de que existimos y que todos admiren nuestros maravillosos logros. Logros que, al fin y al cabo, son terrenales. Es muy común que deseemos que siempre nos digan por altavoz lo bien que realizamos nuestras labores ( ya sea en el ámbito profesional o estudiantil), y por supuesto lo mejor que nos puede pasar es que nos premien delante de una gran multitud que nos esté aplaudiendo. Pero en realidad, ¿ para qué sirve todo esto? ¿de qué sirve tener al mundo entero a los pies? La vida humana es un regalo de Dios. Y es precisamente por ese regalo por el que nos debemos de preocupar porque algún día, va a llegar a su fin. Al final de nuestra vida, Dios es quien nos va a juzgar a través de su hijo, y es entonces cuando por fin comprenderemos que debimos haberle dado más importancia al futuro que al presente. En un futuro existirá la vida eterna, pero no de la manera fatalista de la cual hablan las brujas y hechiceras ( que mencionan que reencarnaremos o que el mundo se acaba y sigue un lugar negro y sin forma), sino que en la VIDA ETERNA QUE ES PARA SIEMPRE, tal y como lo dijo Cristo, estaremos compartiendo del Reino de Dios. Y realmente preocuparse por vivir para siempre con Dios, es lo que nos debe importar. No es necesario buscar glorias terrenales, porque algún día todas se desvanecerán y llegarán a su fin. En cambio, debemos de tener muy presente las promesas de Cristo a su Iglesia: Que si estamos alerta, como lo hicieron las diez mujeres que guardaron canfín para sus lámparas mientras llegaba el novio a celebrar la boda, entraremos en el Reino de los Cielos para compartir la vida, de manera eterna con Cristo. Como dice la Hermana Glenda en su canción ¿ Para qué os sirve ganar el mundo entero si perdemos a Dios? Ojalá nos preocupemos verdaderamente por salvar nuestras almas, para estar tranquilos y felices en el momento en que llegue, el Reino de Dios, la Vida Eterna. Que nuestro mayor reto a partir de hoy sea: Amar el Reino de Dios.

Escrito por: Penélope Barrantes
Derechos Reservados.

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