Cada día se aprende algo nuevo. Cada día se va preparando el futuro. Y nosotros como Católicos tenemos el deber de instruirnos en nuestra religión para mantener un buen comportamiento y a la vez estar prepararados para salvarnos al final de los tiempos. La mejor manera de comunicarse con Dios y a la vez con la Iglesia, es a través de la lectura cristiana. Es de gran importancia leer las Sagradas Escrituras con frecuencia, ya que Dios nos habla a través de ellas y así sabemos cómo actuar en nuestra vida diaria. La lectura de la Biblia es de gran provecho para el alma, siempre y cuando se realice de manera adecuada. Recordemos que hay algunos libros de la Biblia que requieren de cierta delicadeza para ser leídos, como lo son el Apocalipsis, el Libro de los Cantares o algunas visiones de profetas como Zacarías, Ezequiel o Job. Para poder comprender de manera adecuada estas lecturas, es importante que solicitemos ayuda a especialistas en materia de liturgia, como los Sacerdotes o Laicos comprometidos para que ellos nos aclaren las dudas que tengamos y así comprendamos cuàl es el mensaje que Dios realmente nos quiere dar.
Otra manera de mantener activa nuestra vida espiritual, es por medio del apoyo de lecturas cristianas, a esto me refiero que aparte de la Biblia es importante estar leyendo otros libros como el Catecismo de la Iglesia Católica, las Encíclicas de Su Santidad, Vidas de Santos, el Documento de Aparecida e inclusive reflexiones cibernéticas como las que proporcionan páginas como catholic.net, aciprensa, zenit entre otras.
El punto central es estar atentos a la Palabra de Dios, alimentarnos de ella y no solamente con el Evangelio los Domingos en Misa. Claro que es muy importante estar atentos a la Liturgia de la Iglesia que se nos presenta cada Domingo durante la celebración Eucarística y además escuchar y aprender de la Homilía de los Sacerdotes, pero también es bueno apoyar más nuestra vida espiritual en la Lectura Cristiana. Excelente recurso para mejorar nuestra relación con Dios y nuestra comunidad.
Escrito por: Felipe Barrantes para www.bajoelamparodelaguadalupana.blogspot.com
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