viernes, 6 de noviembre de 2009

Las Quince Promesas de la Virgen María a quienes recen el Rosario



Amigos: Os ofrezco estas quince hermosas promesas de María para quienes recen el Santo Rosario, recordad que es una de las oraciones más completas y que las promesas de la Santísima Virgen...SIEMPRE SE CUMPLEN!


1. Aquellos que recen con enorme fe el Rosario, recibirán gracias especiales.
2. Prometo mi Protección y las Gracias más grandes a aquellos que recen el Rosario.
3. El Rosario es un Arma poderosa para no ir al infierno: destruye los vicios, disminuye los pecados y nos defiende de las herejías.
4. Se otorgará la virtud y las buenas obras abundarán, se otorgará la Piedad de Dios para las almas, rescatará a los corazones de la gente de su amor terrenal y vanidades, y los elevará en su deseo por las cosas eternas. Las mismas almas se santificarán por este medio.
5. El alma que se encomiende a Mí en el Rosario no perecerá.
6. Quien rece el Rosario devotamente, y lleve los Misterios como testimonio de vida, no conocerá la desdicha. Dios no lo castigará en su Justicia, no tendrá una muerte violenta, y si es justo, permanecerá en la Gracia de Dios, y tendrá la recompensa de la Vida Eterna.
7. Aquel que sea verdadero devoto del Rosario no perecerá sin los Sagrados Sacramentos.
8. Aquellos que recen con mucha fe el Santo Rosario, en vida y en la hora de su muerte encontrarán la Luz de Dios y la plenitud de su Gracia, en la hora de la muerte participarán en el Paraíso por los Méritos de los Santos.
9. Libraré del Purgatorio a quienes recen el Rosario devotamente.
10. Los niños devotos al Rosario merecerán un alto grado de Gloria en el Cielo.
11. Obtendrán todo lo que me pidan mediante el Rosario.
12. Aquellos que propaguen mi Rosario serán asistidos por Mí en sus necesidades.
13. Mi Hijo me ha concedido que todo aquel que se encomiende a Mí al rezar el Rosario, tendrá como Intercesores a toda la Corte Celestial en vida y a la hora de la muerte.
14. Son mis niños aquellos que recitan el Rosario, y hermanos y hermanas de mi único Hijo, Jesús Cristo.
15. La Devoción a mi Rosario es una gran Señal de Profecía.